martes, marzo 14, 2006

Inconsciente colectivo, magia y alquimia

El siguiente artículo es la muestra perfecta de la actualidad que tiene la “Gran Obra” alquímica, podemos pensar que los alquimistas son personajes históricos de épocas donde la superstición dominaba al ser humano. Todo lo contrario. Dentro de campos como la psicología, la física cuántica y, por supuesto, la química, se bebe de la fuente de la alquímia. Uno de los grandes psicólogos del siglo XX, Carl Jung, utilizó principios mágicos y alquímicos para su más famosa teoría: El inconsciente colectivo.

“Si he visto más lejos ha sido porque he subido a hombros de gigantes”
Sir Isaac Newton, matemático y físico británico. Estudió alquimia.


El inconsciente colectivo junguiano hace referencia a una serie de imágenes y asosiaciones mentales que pertenecen tanto a la mente primitiva como a la psique del hombre moderno. Jung llama a estas imágenes ancestrales “arquetipos”, y asegura que su universalidad y carga emocional pueden desencadenar violentas reacciones individuales o colectivas. El Héroe o Mesías, cuyo humilde nacimiento oculta un orígen real o divino; el Árbol cuya expansión simétrica de ramas y raíces une el cielo con el mundo subterráneo; la amenazadora Noche que hay que atravesar para llegar a la luz; el Fuego que calienta y devora, protege y purifica; el Báculo, apoyo, cetro o vara que hace brotar las fuentes de la tierra y los milagros de lo invisible...

El “Animus” y el “Anima” son dos de estos arquetipos. El “Anima” es la parte femenina del hombre, adopta la imagen de una mujer y tiene una función redentora: en el simbolismo literario o cristiano serían la Beatriz de Dante, la Margarita de Goethe, o la Virgen María. Por su parte, el “Animus” es la parte masculina de la mujer y es representado bajo la forma de un anciano sabio. Ambos arquetipos son inconscientes y es preciso rescatarlos y darles la luz de la conciencia. Cuando el “Animus” aparece en el sueño de una mujer significa que ésta ha de integrar su parte masculina, y viceversa.

La “Gran Obra”

Al buscar antecedentes de doctrinas que hubieran contemplado el valor de los arquetipos, Jung encontró que tanto los gnósticos como sus herederos, los alquimistas medievales, y los magos renacentistas habían hecho uso de ellos. En Arte de la Memoria, Giordano Bruno expone mediante arquetipos toda la sabiduría que contienen los cielos estrellados y dice: si alguien es capaz de grabar estas imágenes en el inconsciente tendrá entonces los medios de captar el poder del cosmos, poseerá la facultad de abrir las puertas de la psique y aportar salud a la raza humana. Jung descubrió asimismo que durante el proceso de la “Gran Obra” alquímica podían sobrevenir al operador visiones y sueños en los que emergían el Dragón, Hermes, el Ouroboros, la Dama o el Caballo... Las visiones de Zósimo de Panópolis, un alquimista del siglo III, analizadas por Jung en Psicología y simbólica del arquetipo, ilustran cómo el arte real puede expresarse a través de las imágenes oníricas y revelar la conducta a seguir durante el proceso de la Gran Obra alquímica.

Gloria Garrido

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

te felicito es un tema muy atractivo para mi, porque se aprende muchas cosas que el hombre intelectual y con conocimiento a intentado guardar,te seguire leyendo, me gusto mucho tu pagina

5/11/09 01:08  
Anonymous Anónimo said...

Solo lei un tema y no pude dejar de leer y segui con los demas... eres muy inteligente al elegir temas tan interesantes.

29/8/13 00:54  

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